Concepción: Geisha Fontaine & Pierre Cottreau
Con: Alexane Albert, Simon Feltz, Clémence Galliard, Anthony Roques
Creación luces: Rima Ben Brahim
Dirección de sonido: Guillaume Emptoz
Vestuario: Alice Dupraz-Toulouse
Salta constantemente, vuelve a caer al suelo para poder volver a rebotar, lanza el cuerpo hacia arriba sin descanso, intenta aterrizar sobre él, aterriza, vuelve a empezar.
El proceso creativo de Geisha Fontaine y Pierre Cottreau está impulsado por la cuestión del tiempo y la duración.
Saltare es un juego intenso con este momento fugaz donde el bailarín se encuentra entre el cielo y la tierra. Salta, vuelve a saltar, como una afirmación, sumérgete en el fluir del tiempo para crear ritmos, ráfagas, descansos, música …
El salto es una de las figuras emblemáticas del lenguaje coreográfico. La nomenclatura parece interminable: salto de gato, gama, ángel, vasco, real, sin caballo, tiempo de espera, escapado, ensamblado, hinchado, arrojado, gorgoteando, tirón, sissonne, arrojado, grand lanzado, lanzado golpeado, tiempo de flecha, mariposa, galopar, retozar, saltar, saltar de barril, etc. Cada bailarín de la pieza creó su propio repertorio de saltos, conocidos pero también inventados. Saltos imposibles, imaginados, hacia atrás o incluso al revés.
Hay algo esquivo en el salto que lo hace fuerte, como fuegos artificiales, estrellas fugaces, disfrute. Nos gustaría que durara, pero apenas se percibe, ya se ha ido.
Cabalgar. Cabalgar, día, noche, día. Cabalgar. Aún y para siempre.
R.M. Rilke
Con el apoyo de: Ministère de la Culture – DRAC Île-de-France, Région Île-de-France, Conseil départemental du Val-de-Marne, Centre national de danse contemporaine d’Angers, Ville de Champigny-sur-Marne, La Briqueterie – CDC du Val-de-Marne, Centre Olivier Messiaen, Le 6b – Saint-Denis.
Creación: 2017